Iniciativa legislativa de Podemos Perú demanda una protección especial, que responda al afecto que guardan con los humanos, y los proteja de maltratos.
La bancada de Podemos Perú presentó un proyecto de ley en el Congreso para modificar el inciso 9 de] artículo 886 del Código Civil, a fin de establecer que los animales de compañía, como perros y gatos, no deben ser considerados como bienes muebles, sino que demandan una protección especial.
El proyecto, de autoría del congresista Carlos Anderson, define a los animales de compañía o mascotas, “a los animales domésticos que no son conservados con propósitos económicos o alimenticios”. Dentro de esta definición se incluyen en su totalidad a los perros, gatos y otros de similar naturaleza.
Los animales de compañía “son seres vivientes y sensibles por lo que cuentan con una protección especial y no son considerados dentro de esta categoría jurídica (bienes muebles)”, dice la propuesta.
Según el autor del proyecto, esta condición (bienes muebles) los desprotege en su totalidad, debido a que el propietario puede realizar cualquier tipo de acto relacionado a los atributos de la propiedad, sin tener límite alguno ni trato especial, exponiendo a estos animales a actos de crueldad, abuso o maltrato.
¿Cuál es esa protección especial? En la sustentación, Anderson dice que los animales de compañía “no deben ser considerados simples bienes muebles, pero tampoco pueden ser considerados sujetos de derecho, debido a que si bien, consideramos que cuentan con derechos, no son capaces de responder ante obligaciones, porque no se ha comprobado que sean capaces de discernir entre lo que está bien y lo que está mal”.
Es bajo ese razonamiento postula “el Estado debe promover a través de diversos mecanismos, la difusión de las normas legales relacionadas a la protección de los animales de compañía, de tal manera que la ciudadanía se mantenga informada y pueda contribuir a favor de su bienestar”.
El parlamentario señala que a lo largo del tiempo el vínculo entre el hombre y los animales de compañía se ha vuelto más afectivo. “Tan es así que, también se han demostrado algunos beneficios de la referida relación como, facilitar las relaciones sociales y promover la empatía con los demás seres vivos e incluso con las personas”.