Lady Guillén: Su dura infancia, su mamá fue bailarina de circo, la cumbia, la violencia y más

Conductora de ‘Dilo fuerte’ cuenta que se crío con su abuela, trabajó desde niña y su primera chamba como bailarina fue al ritmo del reguetón. Agradece a Dios porque pudo escapar de la violencia y la hizo más fuerte.

A los 10 años Lizeth Rosario Socla Guillén cantaba y bailaba sobre una mesa y no sé imaginó que luego lo haría sobre los escenarios. Llegó a la capital y su nombre pasó a ser Lady Guillén, se abrió camino como bailarina, animadora y conductora. Pero pasó por una etapa oscura de su vida, de la cual sobrevivió de milagro.

“Yo nací en el rico norte. Soy ancashina, de Huarmey. La vida ha sido muy dura conmigo, pero he tenido una niñez feliz. Me crie con mi abuela, que es mi mamá, desde un añito. He sido feliz jugando con el adobe, con la tierra, las piedras, en las chacras con las corontas de choclo. Sin embargo, mi vieja siempre me ha inculcado la responsabilidad. A los 7 de la mañana todos levantados, regando el patio, lavando los platos y eso es algo que le agradezco a mi vieja porque me enseñó a cocinar, a lavar la ropa”. dijo Lady.

Fue una infancia dura…

La vida fue dura para mí, pero feliz en su ángulo de formación para ser la persona que soy ahora, necesidades tuve un montón y que las pudo suplir mi mamita bajo sus propias situaciones económicas.

¿Qué pasó con tu mamá?

Mi mamá viajó al extranjero a trabajar, fue bailarina de circos. En el trayecto se enamoró del hijo del dueño del circo Cavallini. Ella se enamoró y viajó a Ecuador, Venezuela con el circo y yo me quede con mi con mi mamá, con mi abuelita.

Y tu papá…

Mi papá está vivo, está conmigo. Después de muchos años con mi embarazo… yo creo que mi hija llegó en un momento de reconciliación con mi mamá biológica y mi papá. Mi hija Victoria los adora y ellos también adoran a su nieta.

Recuerdas tu primer trabajo.

Mi primer trabajo fue vender papa con huevo y choclos sancochados en la puerta de mi casa en Huarmey. Tenía 13 años y cómo siempre he visto video chambear a mi viejita, le dije que quería vender papita con huevo y me ayudó. Saqué mi mesita y el primer día rayé. Toda la gente que venía de la playa y pasaba por mi casa comían sus papitas

¿Qué hiciste con el dinero?

Fui a la tienda del frente y me compré caramelos, golosinas con mi platita ja, ja,ja. También acompañaba a mi viejita a vender maní confitado, mango en bolsa. A los 15 años trabajé en la playa de azafata de un restaurante, entraba a las 8 de la mañana hasta las 7 de la noche, todo el verano y estaba toda quemada. Antes de venir a Lima trabaje en un cafetín, que estaba al costad o de mi casa, junte mi platita para viajar a Lima.

A qué edad llegaste a Lima….

Vine a la capital casi a 18 años. Vendía abarrotes en San Juan de Lurigancho para juntar plata y pagar mi Academia. Me preparé y postulé a la Villarreal a la carrera de Administración Gubernamental. No la agarré, me faltaron 50 puntos

Y de ahí llegó el baile a tu vida.

Pasaron los meses y tenía que comer, movilizarme. Yo vivía en la casa de un de un padrino y mis primas en San Juan de Lurigancho, ellos me dieron un cuartito. En el camino comencé a trabajar de anfitriona, en el modelaje ya empezaba a tener un poco de ingreso y alquilé un cuartito en Los Olivos

Te independizaste

No tenía nada. Los primeros días dormí en un cartón en el suelo, hasta que la vecina de al lado me prestó una cama, pero ni tenía colchón ja, ja, ja. Hasta que pude juntar poquito a poquito ya con el anfitrionaje y el modelaje comencé a ingresar en el rubro del baile.

Cuándo debustaste como bailarina.

En esa época yo tenía una relación de muchos años con una persona mucho mayor que yo, que maneja eventos, bailarinas, artistas y una bailarina lo plantó. Le dije ‘ yo lo hago’. Fue la primera vez que pise un escenario en una discoteca en la playa de Barranca y baile reguetón.

Lady Guillén, conductora de Dilo Fuerte
Lady Guillén, conductora de Dilo Fuerte

Y de ahí seguiste en ese camino…

Comencé a verlo como un trabajo y también le agarré un gusto. Mi primer vestuario era un bikini negro que yo misma cosí con aguja y le puse piedra por piedra, lentejuelas por lentejuelas, y lo tengo guardadito. En el camino conocí un montón de promotores de eventos y me daban 30 soles por bailar dos otres horas en estas famosas jaulas de las discotecas.

Te explotaban.

Era mi sobrevivencia. Tenía que pagar cuarto, luz, cable.

Poco a poco te hiciste conocida como Lady Guillén.

Mi primer nombre artístico fue Lady Queen, en las Malcriadas de Trome salgo como Lady Queen. Ya en el camino hice animación y el Queen lo cambié por Guillén en honor a mi madre.

Y la televisión también te abrió las puertas.

Llegué a hacer un casting en este canal (Panamericana) cuando aún está vivo Guillermo Guille para el programa ‘Sábado bravazo’. Estuve cuatro meses acá y conozco a Alejandra (Pascucci)

La líder de Ángeles de Fuego.

Exacto. Ella me cuenta de su proyecto, me propuso ser parte del grupo y acepté porque Alejandra tenía una trayectoria con Agua Bella, Alma Bella y otros grupos icónicos de la cumbia. Ángeles de fuego que me ayudó a crecer 3 años.

Y a posicionar tu nombre.

Me abrió puertas de estar invitada en otros programas, de hacerme conocida en otros rubros. Dentro del grupo tuve la oportunidad de ir creciendo, ganando experiencia. Aprendí mucho con Alejandra nos sacaba la mugre ensayando y me hice la primera operación, fue mi madrina. Hasta nos fuimos a Japón.

De Huarmey a Japón…

Primero nunca me imaginé estar en la televisión. Mi mamá siempre me decía que ella me encontraba en la cocina con la escoba, encima de la mesa cantando y bailando, sin imaginar que esa mesa me iba a llevar a un escenario, a un canal, a otros países con Ángeles de Fuego.

Por qué dejaste el grupo

Porque se da toda la historia en la cual estuve involucrada de violencia familiar. Creo que fue un momento, para mí, de desorden emocional – mira ya han pasado casi 15 años desde que empecé esa relación tóxica- que me llevó casi a la muerte. Llegaba tarde a los shows, hasta falté a unas presentaciones

Él (Ronny) te dijo que alejarás el grupo

Me fue envolviendo. Hasta que yo misma por decisión, quizá, un poco manipulada decidí retirarme de grupo. Eso es parte de la manipulación de un agresor, me alejó de mi vida laboral, mi independencia económica, mis amistades y por último mi familia. El día que yo dejé a mi familia fue cuando yo decidí irme a vivir con él.

Tomaste una de las peores decisiones.

Ya me tuvo para él solo. Me aisló de todos, me quedé inerte en un círculo en el cual lo único que él quería que viera era él.

Creo que tu imagen todo golpeada, fue el punto de partida para salir de ese círculo

Sí, claro. Todo ha quedado como un mal recuerdo en mi vida, pero como una lección y un aprendizaje que ha generado que sea otra mujer en este momento.

Fue un momento muy difícil para ti…

Casi un año fue lo que duró este martirio, este episodio terrible de torturas violentas, manipulaciones, amenazas hasta llegar al punto de casi estar muerta y tener que huir para estar viva. Era un círculo vicioso en el cual yo había normalizado que me golpeé, me pida perdón y regrese. Llegué a pesar 45 kilos, lloraba todas las noches. Una de las primeras personas que me dio la mano para poder huir fue Alejandra. Me llevó al hospital, a denunciar y comienza la situación mediática.

Tu mamá salió a denunciar tu desaparición

Yo estoy viva de milagro y le doy gracias a la vida y a Dios. Él me decía que me iba a matar y nadie me iba a encontrar. Ya mi mamá y mi tía habían hecho pública mi desaparición y se había armado todo un show mediático. Pasa las semanas, me paseó por los canales y después de cada entrevista me decía ‘me voy a casar contigo ‘, ‘ te amo’, ‘gracias por defenderme’. Al principio todo era bonito a los dos meses volvía con los golpes y esa vez casi vi la muerte.

Tu hija todavía es una niña, pero en algún momento te vas a sentar con ella a contarle esa parte de su historia.

Estoy esperando ese momento. Va a ser muy difícil porque de repente no voy a saber, en primer momento, entablar una conversación con ella cuando tenga que mirar las redes sociales. Lo que sí tengo claro y lo he hablado con Cristian (Uribe), con mi pareja, mi esposo es que quiero decírselo yo sola.

Como dices es una conversación difícil, complicada.

No quiero que le duela, no quiero que ella sufra. Lo que menos quiero es que ella sufra por lo que yo he sufrido. Yo quiero que ella acepte esta situación que me ha pasado como una experiencia que me ha ayudado a ser mejor persona, mujer fuerte, valiente y que le pasó a mucha gente, que entienda que esto no solamente (le pasó) a su mamá, esto es la mamá de muchas.

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Fuente: TROME

Milagros Casas

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