Actor cómico ancashino falleció de cáncer a los 75 años; marcó a varias generaciones con sus singulares personajes de televisión.
Para los que crecimos en la década de 1980, cuando solo había un puñado de canales de televisión, era un ritual ver los sábados en la noche Risas y Salsa. Uno de los sketchs más recordados era el de ‘El jefecito’.
Antonio Salim hacía del ejecutivo que quería conquistar a su joven secretaria, Analí Cabrera, Chelita, quien siempre se escabullía. A ellos se sumaba –y robaba cámaras– el personaje de Rodolfo Carrión, Felpudini, que hacía de taimado empleado. Los dos primeros hace buen tiempo ya partieron.
El jueves, a consecuencia del cáncer, se les unió Carrión, de 75 años.
Flaco es cualquiera
Revisando en la hemeroteca del Diario Oficial El Peruano se encuentran varias entrevistas en las que Rodolfo Carrión defiende su oficio de actor. No por nada fue formado en el legendario grupo Histrión.
Como anécdota, en su promoción también estaban Efraín Aguilar y Adolfo Chuiman, con quienes coincidiría en varias producciones televisivas.
Aunque se ha fijado en la memoria de muchas generaciones de peruanos la imagen humorística de Carrión, él empezó actuando en obras dramáticas de teatro.
Sin embargo, lo invitaron a formar parte de un programa que estaba por estrenarse y que marcaría historia en el país: Risas y salsa.
“Muchos creen que solo subo al escenario y ya. No es así. Debo dominar gestos, formas de caminar, saber actuar”, contaba en una entrevista para La Crónica en 1990.
En otras entrevistas, aseguraba que su físico no era lo que hacía reír al público y que ser delgado y aparecer desaliñado frente a cámaras o frente al público no era suficiente.
Y como reafirmando que el físico no lo es todo, estuvo casado por un tiempo con su compañera de trabajo Analí Cabrera. Ella confesaría alguna vez que la conquistó escribiéndole poemas.
Superhéroe
Aunque su primer papel popular, el de Felpudini, lo marcó para siempre –al punto que sus seguidores reemplazaron su nombre de pila con él–, Carrión supo darle vuelta a la página y seguir innovando y creando más personajes.
Algunos televidentes más jóvenes recordarán con nostalgia su parodia de Robin, el compañero de Batman. Este papel lo desempeñó en los programas que protagonizaba Jorge Benavides, JB.
Esa dupla reinventó a los famosos personajes de cómics y películas de superhéroes para hacer un delirante sketch en el que Carrión inmortalizó la frase ‘Me quema, me quema el chisme’.
Los héroes de nuestros años de inocencia se están yendo. Que la tierra le sea leve, don Rodolfo Carrión, Felpudini.
Dato
24 de junio de 1982 se casó con Analí Cabrera, Chelita. Se divorciaron años después.
.Fuente: El Peruano
Editor de Culturales
ecarlin@editoraperu.com.pe